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El suelo reforzado también puede introducirse como obra de consolidación; para su definición se requieren datos relativos a las dimensiones geométricas de la obra (altura del suelo reforzado, distancia entre las rejillas y anchura de la base); datos referentes a los parámetros geotécnicos del material de relleno (peso específico, ángulo de fricción) y los relativos a la resistencia de la rejilla de refuerzo. Para esto último, el programa propone geomallas ampliamente utilizadas en la industria con las características de resistencia pertinentes. Para los suelos reforzados, es posible definir diferentes tipos utilizando el botón Nuevo y/o desplazarse por los existentes y modificarlos utilizando el botón Siguiente.
Cada tipo definido, cuando se inserta, se adapta a la pendiente del perfil en el punto de inserción, por lo que si desea asignar una determinada pendiente al suelo reforzado, primero debe asignar esta pendiente a la sección del perfil en la que inserta la obra. El efecto estabilizador de esta intervención en el talud viene determinado por el peso del suelo de relleno, la resistencia a la fricción desarrollada en las bandas y la resistencia a la tracción de la armadura. En cualquier caso, la resistencia introducida en el cálculo de la estabilidad se evalúa sobre la longitud "efectiva" de la armadura, es decir, sobre la parte de la geomalla que no se ve afectada por la superficie de deslizamiento.
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